Vivir Bajo el Miedo y la Explotación: Los Dominicanos no Encuentran Paz en EE.UU."
**25 de octubre de 2025**
Por Nelson Germán desde Nueva York.
En los últimos años, la vida de muchos inmigrantes dominicanos en Estados Unidos ha tomado un giro inesperado. A pesar de llegar con la esperanza de un futuro mejor, se encuentran atrapados en una constante lucha por sobrevivir, enfrentándose a un sistema que parece cada vez más hostil. Según testimonios de dominicanos que residen en este país, la situación de muchos es insostenible.
EE.UU.: Trabajan Sin Descanso y No Tienen Para Vivir"
Uno de los mayores problemas que enfrentan es el trato desigual por parte de las autoridades migratorias. Mientras que algunos sectores de la población haitiana, en ocasiones, reciben un trato menos severo, los dominicanos en Estados Unidos parecen ser blanco de una atención más constante y represiva. Esto ha generado una sensación de vulnerabilidad y angustia entre aquellos que viven en el país sin documentos legales, pero también entre aquellos que están legalmente establecidos, ya que la amenaza de la deportación nunca desaparece por completo.
EE.UU.: Ni una Bacinilla Pueden Comprar Después de Tanto Trabajo"
En cuanto a las condiciones económicas, la mayoría de los dominicanos se quejan de los altos costos de vida. El precio de la vivienda ha subido de manera alarmante, lo que hace casi imposible alquilar un lugar decente. Los empleos son escasos y, cuando se encuentran, suelen ser mal remunerados, lo que obliga a muchos a trabajar en dos o incluso tres trabajos al mismo tiempo, sin tiempo para descansar ni disfrutar de una vida digna.
“Nos hemos convertido en esclavos del sistema”, menciona un inmigrante dominicano que prefirió mantenerse en el anonimato. “Aquí trabajamos para pagar la luz, el gas, la renta, hasta la comida. No hay descanso, y lo peor es que, cuando tenemos algo, no podemos disfrutarlo porque tenemos que enviarlo a nuestras familias en la República Dominicana”.
Además, la alimentación es otro de los grandes problemas. Muchos inmigrantes se ven obligados a comer en la calle, consumiendo comida barata y muchas veces en malas condiciones. El estrés y la desesperación por sobrevivir se reflejan en el mal estado de su salud, ya que las largas jornadas laborales no les permiten ni siquiera cuidar de su bienestar físico.
Sin embargo, la situación no es menos difícil para aquellos que, pese a haber trabajado durante años en los Estados Unidos, sienten que su sacrificio no ha sido recompensado. La constante amenaza de deportación y la imposibilidad de acceder a mejores condiciones laborales o educativas para sus hijos deja a muchos con un sabor amargo, incluso después de tantos años de esfuerzo.
Frente a esta realidad, algunos dominicanos comienzan a plantearse la opción de regresar a su país de origen, donde, aunque las condiciones tampoco son fáciles, al menos no deben lidiar con el miedo constante de ser deportados. Otros, por el contrario, se resignan a seguir luchando, temiendo que regresar con las manos vacías represente un fracaso total.
La administración de Donald Trump, aunque ya fuera del poder, dejó una marca profundaVivir Bajo el Miedo y la Explotación: Los Dominicanos no Encuentran Paz en EE.UU." en la comunidad inmigrante. Las políticas de endurecimiento migratorio y las políticas de “tolerancia cero” aumentaron la presión sobre los inmigrantes, y aunque la situación ha mejorado un poco bajo la presidencia de Joe Biden, muchos dominicanos aún sienten que el camino hacia una vida mejor sigue siendo inalcanzable.
La crisis de los inmigrantes dominicanos en Estados Unidos es un reflejo de la falta de apoyo y políticas efectivas que promuevan su integración y bienestar. En lugar de ser tratados como contribuyentes valiosos a la sociedad estadounidense, muchos son vistos como un problema a resolver. La pregunta sigue siendo: ¿hasta cuándo los dominicanos seguirán siendo una comunidad olvidada en su lucha por una vida digna en los Estados Unidos?

