San Luis, República Dominicana – El distrito municipal San Luis enfrenta una de sus peores crisis en años, marcada por apagones prolongados, abandono institucional y un silencio preocupante por parte de las autoridades. Lo más alarmante es que la población parece resignada, como si poco a poco se estuviera acostumbrando a vivir sin luz, sin respuestas y sin esperanza.
Mientras la comunidad sufre las consecuencias de los apagones diarios, los líderes locales se mantienen ocupados en disputas políticas internas —como la controversia sobre si el señor conocido como “Millonario” fue destituido o no de la Dirección de Embellecimiento—, ignorando los verdaderos problemas que afectan a la población.
A esta situación se suma el abandono del Instituto Tecnológico de San Luis, una institución que nació con la promesa de ofrecer desarrollo y oportunidades, pero que hoy parece estar en ruinas. A pesar de que se anunció un aumento en los fondos para su fortalecimiento, la realidad es que se han cancelado empleados y los pocos que permanecen no tienen permitido hablar ni del centro ni del distrito. Es un clima de represión, censura y olvido.
“Si el diablo existe, búsquenlo en San Luis; lo tenemos aquí. Está en los apagones, en el abandono del instituto y en la indiferencia de quienes deberían defender al pueblo”, expresó con indignación un residente.
San Luis clama por atención, por justicia y por un liderazgo que se enfoque en soluciones reales. La oscuridad no solo es eléctrica: también es institucional y moral. Ya es hora de que el pueblo despierte y exija el respeto y el progreso que merece.