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Cuando Dios guía a un político, nace un servidor como Rodolfo Valera
Por Diego Diego
San Luis, Santo Domingo Este.– Rodolfo Valera se ha convertido en una verdadera bendición para el Partido Revolucionario Moderno (PRM) en el distrito municipal San Luis. Su vida, marcada por la fe, el amor al prójimo y un compromiso inquebrantable con el desarrollo comunitario, lo posiciona hoy como una de las figuras políticas más queridas y respetadas de Santo Domingo Este.
Desde sus inicios en la administración pública como jurídico de la alcaldía durante la gestión del exalcalde Raúl Mañón —cuando aún pertenecía al Partido de la Liberación Dominicana (PLD)— Valera demostró ser un abogado íntegro y eficiente. Su paso por esa posición dejó huellas de transparencia y orden administrativo, lo que más tarde lo catapultó a ocupar con éxito la alcaldía del distrito en dos ocasiones.
Durante sus gestiones como alcalde, Rodolfo Valera impulsó obras de gran impacto social: construyó parques, mejoró calles, instaló luminarias, levantó una funeraria moderna y rehabilitó los estadios deportivos del distrito, dejando su impronta de gestión eficiente y cercana al pueblo. Su legado sigue siendo motivo de orgullo para la comunidad.
Pero Valera no es solo un político eficaz, también es un hombre profundamente espiritual. Junto a su esposa, cariñosamente conocida como Doña Nena, y su hijo, ha levantado una familia guiada por los valores cristianos, conocida por llevar a Dios en los labios, en el corazón y en cada paso que dan. Su hogar es un espacio de consejo, de paz, de humildad, y de servicio desinteresado.
Hoy, Valera se desempeña como director general de la Dirección de Embellecimiento, donde continúa sirviendo al país desde una función nacional. Su humildad y su rechazo a los conflictos lo diferencian: no se involucra en chismes ni disputas políticas. Cuando alguien intenta traerle problemas, él responde con consejos y palabras de paz, siempre orientando a buscar a Dios como solución verdadera.
En contraste con figuras políticas actuales, Valera destaca por su autenticidad y su carácter apacible. Para muchos, incluso supera en carisma y liderazgo comunitario a autoridades como el alcalde Dío Astacio. Rodolfo Valera representa una forma distinta de hacer política: con el corazón en el pueblo y la mirada puesta en el bien común.
“Hay que servirle al pueblo para que el pueblo lo recuerde con amor y cariño”, dice una frase que define su filosofía de vida. Y, sin duda, Rodolfo Valera será recordado siempre por su ejemplo, su entrega y su inmenso corazón.
