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Valentín Tavárez: “La mayor industria de la República Dominicana es la delincuencia y la corrupción”
Por Diego Torres – Al Instante a Diario
El experto en comportamiento humano Valentín Tavárez ha lanzado una dura crítica al panorama socioeconómico actual de la República Dominicana, afirmando que la delincuencia y la corrupción se han convertido en las principales “industrias” del país. Una declaración que, aunque impactante, refleja el sentir de miles de dominicanos que cada día viven bajo el temor, la impotencia y la desesperanza.
Tavárez sostiene que esta situación es el resultado directo del colapso de la industria nacional y de la destrucción progresiva de la producción agrícola y ganadera. “Hemos pasado de ser un país productor a un país consumidor, donde las oportunidades laborales dignas escasean y donde el dinero fácil se ha convertido en el nuevo sueño dominicano”, expresó.
Según Tavárez, este modelo económico neoliberal, impuesto y mantenido por los gobiernos de las últimas tres décadas, ha desmantelado las bases de una economía sustentable. La consecuencia ha sido la creación de una sociedad donde el crimen organizado, la corrupción política y la impunidad se han normalizado hasta convertirse en un estilo de vida para muchos.
Delincuencia: una amenaza diaria para las familias
Lo que antes eran casos aislados, hoy se ha transformado en una epidemia que azota sin distinción a todos los sectores del país. Asaltos a plena luz del día, robos en los hogares, sicariato, extorsión, tráfico de drogas y violencia callejera son parte del día a día. Las familias dominicanas viven con miedo constante. Padres que ya no pueden permitir que sus hijos salgan a jugar a las calles, madres que oran cada noche por la seguridad de sus seres queridos, jóvenes atrapados en un ciclo de pobreza y criminalidad sin alternativas reales para superarlo.
“No estamos hablando solo de delincuencia callejera, también hablamos de la delincuencia de cuello blanco: funcionarios que roban millones del erario, políticos que se enriquecen a costa del sufrimiento del pueblo, jueces que venden sentencias, policías que protegen a los delincuentes y no a los ciudadanos”, denuncia Tavárez.
Un sistema corrompido desde la raíz
Para Tavárez, lo más grave no es que la corrupción exista, sino que se ha institucionalizado. “No se trata de si ha permeado los estamentos del poder; es que ya forma parte del sistema. En muchos casos, quienes deberían combatirla son parte activa de ella. La ley no se aplica con justicia, porque quienes tienen que hacerla valer están amarrados al mismo cordón umbilical del dinero y el poder”, sentenció.
El experto asegura que esta situación ha creado una cultura de indiferencia e impunidad. “Aquí no importa el rango, ni la moral. Lo que importa es buscarse la vida como sea. Si lo logras, vives como un rey. En un país sin orden ni dirección, donde las autoridades no son ejemplo, ¿qué podemos esperar de la ciudadanía?”, se pregunta.
Un llamado a la conciencia nacional
Con tono irónico y cargado de frustración, Tavárez concluye: “Hemos llegado a tal nivel de avance en la delincuencia y la corrupción, que hasta el Demonio saldría perdiendo si se descuida en este país”.
Ante esta realidad, hace un llamado a la reflexión y al despertar moral de la nación: “Necesitamos autoridades con principios, como Jesucristo, que no cedió a la tentación del Diablo. Necesitamos una sociedad que diga basta y exija transparencia, justicia, y oportunidades reales para sus hijos”.
Finalmente, Tavárez pide la intervención divina: “Que el Dios todopoderoso nos ayude. Porque si esperamos un cambio desde dentro del sistema, seguiremos atrapados en este infierno disfrazado de nación”.
