Mientras el país se hunde, la juventud sigue atrapada en La Casa de Alofoke y La Mansión de Luinny”
Santo Domingo RD..En las últimas semanas, *La Casa de Alofoke* y *La Mansión de Luinny* se han convertido en dos de los espacios digitales más consumidos por jóvenes y adultos en la República Dominicana. Ambos proyectos transmiten contenido durante 24 horas, generando una audiencia que permanece conectada día y noche siguiendo cada conversación, chiste y dinámica realizada por sus participantes.
En estas transmisiones se observan humoristas, influencers y figuras conocidas del ámbito deportivo, como el expelotero de las Águilas Cibaeñas, Luis Polonia, quien ha participado compartiendo anécdotas y “cuerdas” durante largas madrugadas. La fórmula ha creado un fenómeno de entretenimiento continuo que mantiene a miles de personas pendientes de sus teléfonos.9El auge de estos espacios también ha generado críticas. Algunos sectores cuestionan la utilidad del contenido, señalando que gran parte de lo que se transmite carece de valor educativo y, en ocasiones, incluye lenguaje inapropiado para el público infantil que termina expuesto a estas transmisiones porque muchos padres las consumen sin supervisión. Se ha señalado particularmente el uso frecuente de palabras vulgares que no son adecuadas para la niñez y la juventud dominicana.Asimismo, parte de la población expresa preocupación por el “efecto distracción” que estos programas podrían estar provocando. De acuerdo con comentarios que circulan en redes sociales, muchos ciudadanos sienten que estos espacios se han convertido en una vía para desviar la atención de temas nacionales más urgentes. Entre ellos se mencionan los constantes apagones, el aumento del costo de la energía eléctrica, el alza en los precios de los alimentos, la falta de empleo y lo caro que se encuentran los útiles escolares.Mientras la audiencia permanece concentrada en las transmisiones de *La Casa de Alofoke* y *La Mansión de Luinny*, algunos observadores sostienen que estos contenidos se han convertido en una especie de escape colectivo que reduce el debate público sobre las dificultades que enfrenta el país.Por el momento, ambos proyectos continúan aumentando su popularidad, mientras el debate sobre su impacto social sigue creciendo entre los dominicanos.
