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Por Roberto Brito
Las autoridades locales explicaron que el deterioro acumulado durante años en las vías había convertido la movilidad en un desafío permanente para residentes y conductores. Hundimientos en la capa asfáltica, aceras dañadas y badenes colapsados ocasionaban daños frecuentes en vehículos y representaban un riesgo para los transeúntes, especialmente en los tramos más transitados del casco urbano.
Los trabajos comenzaron en la interccion de las calles 30 de Mayo, Samuel Johnson y Lucas Zapata, ubicadas en las inmediaciones de la antigua placita, y continuarán en sectores como La Gallera, Villa Vista, Piragua y Sabaneta, entre otros puntos críticos donde la infraestructura vial presenta condiciones críticas. El objetivo es dejar todas las rutas debidamente preparadas antes de la llegada del programa de asfaltado coordinado con el Gobierno central.
De acuerdo con los técnicos responsables, los nuevos badenes están siendo construidos con piedra de río, envarillado tipo 1A y doble vaciado de concreto, con el propósito de garantizar mayor durabilidad y resistencia ante el flujo vehicular y el impacto de las lluvias. Las labores, según informó la Junta Municipal, se ejecutan día y noche para cumplir con los plazos establecidos.
La inversión fue gestionada por la alcaldesa Wendy Cepeda junto al párroco Juan José Silva, quienes plantearon al presidente Luis Abinader la urgencia de intervenir las vías de comunicación de la demarcación. Las autoridades consideran que este proyecto constituye una de las obras más significativas de los últimos años, orientada a mejorar la movilidad, la seguridad y la calidad de vida de los residentes de San Luis.
