SAN LUIS, SDE*. Lo que los dirigentes políticos locales no hicieron en años, tuvo que hacerlo un sacerdote. El padre Juan José Silva, párroco de la iglesia San Luis Rey de Francia, enfrentó al presidente Luis Abinader y le expuso el abandono crítico del casco urbano de San Luis: calles destruidas, badenes colapsados, hundimientos y una capa asfáltica totalmente rendida.
El Presidente Luis Abinader prometió un hospital en San Luis pero todo esto fue pura palabra nada de realidad.
Acompañado por la alcaldesa Wendy Cepeda, el sacerdote detalló cómo el corazón de la comunidad está prácticamente intransitable, mientras miles de familias viven rodeadas de polvo, contaminación y vías que representan un peligro constante.
Y esta vez, el mandatario no pudo hacerse el ciego.Tras escuchar al párroco, Abinader ordenó y desembolsó 20 millones de pesos a la alcaldesa Wendy Cepeda para intervenir 20 badenes, reparar calles, mejorar aceras y construir contenes en los puntos más críticos del territorio parroquial.
La noticia corrió rápido entre los comunitarios, muchos de los cuales comentan que el presidente ha venido más de 20 veces a San Luis a entregar apartamentos, títulos y asistir a actos del ITSC… pero nunca se detenía a mirar lo que estaba frente a sus propios ojos: el casco urbano hundiéndose a pocos metros de cada actividad oficial.
Según voces cercanas a la parroquia, el padre Silva habló porque los dirigentes del PRM “no están en eso”, dedicados a asuntos políticos y muy lejos de los reclamos reales de los residentes. Si no fuera por la intervención del sacerdote, dicen, el tema seguiría engavetado.
El párroco dejó claro que la iglesia no puede quedarse callada mientras su territorio pastoral se deteriora. Y el desembolso de los 20 millones es prueba de que, cuando alguien se atreve a decir la verdad, las cosas comienzan a moverse.
Ahora, la comunidad espera que el dinero se use de forma transparente y que el casco urbano de San Luis deje de ser la zona olvidada del municipio.
