Cifra récord de deportaciones de dominicanos desde EE. UU. genera alarma por denuncias de abusos
Santo Domingo, 11 de octubre de 2025 —
En medio de un endurecimiento sin precedentes de las políticas migratorias encabezadas por el presidente Donald Trump, se registra una cifra histórica de deportaciones de ciudadanos dominicanos desde Estados Unidos hacia la República Dominicana. Familias enteras denuncian detenciones masivas, maltratos físicos como golpes y culatazos, así como ausencia de garantías legales durante el proceso de expulsión.
Según fuentes consulares y testimonios de repatriados, en los últimos meses las autoridades migratorias estadounidenses han intensificado redadas en ciudades con alta población dominicana, como Nueva York, Boston y Miami, arrestando personas en sus hogares o lugares de trabajo y trasladándolas inmediatamente a centros de detención. Se alega que muchos dominicanos fueron tratados de forma agresiva, esposados de manera forzada o golpeados, antes de ser embarcados en vuelos de expulsión.
Los abogados que representan a deportados denuncian que en varios casos se les impidió consultar a un abogado, presentar pruebas de residencia legal o someterse a audiencias. Algunos fueron liberados unos días después sólo para ser deportados sin haber recibido una decisión judicial formal. Estas prácticas podrían constituir violaciones al debido proceso, argumentan defensores de derechos humanos.
Aunque no se dispone de estadísticas oficiales desglosadas por nacionalidad, analistas de política migratoria señalan que bajo la nueva administración de Trump la deportación de inmigrantes indocumentados se ha acelerado como parte de un plan estratégico de expulsiones masivas. En ese contexto se inscribe el caso dominicano, que hasta ahora ha recibido poca visibilidad mediática.
Desde la embajada y consulados dominicanos se preparan operativos de recepción y acompañamiento a los deportados, quienes llegan muchas veces en condiciones precarias: sin documentos, sin notificación previa a sus familias y con problemas de salud tras su detención prolongada. Las autoridades dominicanas también han manifestado preocupación ante posibles casos de denacionalización o de personas con doble nacionalidad que sean consideradas “extranjeras” por error administrativo.
El gobierno de los Estados Unidos, por su parte, defiende que estas medidas corresponden a la aplicación de la ley migratoria y a la protección de fronteras, pero no ha respondido directamente a las denuncias de maltrato físico o violaciones al proceso judicial.
Organismos de derechos humanos locales e internacionales han llamado a una investigación urgente y advierten que esta política de deportaciones masivas podría afectar gravemente los derechos humanos de los dominicanos inmigrantes. Señalan que, si no hay mecanismos de control y responsabilidad, los abusos a la dignidad humana pueden escalar.
