La vida te enseña con el tiempo: la arrogancia no construye futuro
Por Diego Torres
República Dominicana ..Hay quienes, al conseguir algo de dinero en la vida, sienten que no necesitan a nadie. Con apenas dos pesos en los bolsillos, se olvidan de su realidad, se alejan de sus padres, de sus hijos, de su pareja, y hasta de sus raíces. Creen que han conquistado el mundo, cuando en realidad apenas comienzan a caminar.
Ese falso sentido de superioridad, esa prepotencia, les hace creer que todo lo pueden solos. Ya no llaman a su madre, ya no escuchan a su padre, ya no abrazan a sus hijos ni respetan a su pareja. Se ciegan por el orgullo, creyendo que el dinero sustituye el amor, la familia y los valores.
Pero la vida, que siempre da vueltas, tarde o temprano les enseña. Porque el dinero no lo es todo, y cuando se esfuma, cuando los “amigos” del momento desaparecen y las puertas se cierran, entonces vuelven con la mirada baja a buscar el consuelo que despreciaron.
Y es allí, en la calle, sin rumbo ni compañía sincera, donde se dan cuenta de su error. Porque no construyeron nada real. Ni hogar, ni familia fuerte, ni vínculos sólidos. Solo vivieron del momento y del ego. Y cuando ese mundo falso se cae, no les queda más que volver al lugar donde alguna vez fueron amados de verdad.
Por eso, esta reflexión es un llamado para todos: no abandones a tus padres, no ignores a tus hijos, no humilles a tu pareja, no pierdas tus raíces. Cuida a los tuyos mientras tengas vida y fuerzas. No esperes que sea demasiado tarde para valorar a quienes te aman de verdad.
En la humildad, en el respeto y en la familia está el verdadero éxito. El dinero va y viene, pero el amor genuino y el hogar bien cimentado perduran más allá del tiempo.
